martes, 27 de marzo de 2012


“Conflictos de Pareja III”: 
¿Cómo nos comunicamos?

En otros artículos comentábamos, cómo puede influir en nuestras relaciones, la manera particular que cada uno tiene de interpretar y percibir las situaciones de vida, a través de lo que denominábamos los filtros mentales, y por otro lado hablábamos de la importancia que tiene para la buena relación de pareja, el reconocer y poder expresar nuestros verdaderos y profundos sentimientos y emociones.

 Igualmente importante será el siguiente "Punto Clave" a comentar. ¿cómo expresar lo que estamos sintiendo en un momento determinado? ¿cómo expresar cuáles son nuestras necesidades? Para ello utilizaremos la asertividad.

Existen diferentes Formas de Comunicación. Dependiendo de la situación, todos nos movemos en una u otra forma de comunicación, aunque una de ellas suele predominar en nuestra personalidad.

Pasiva: miedo a decir lo que uno piensa realmente, por tanto suele callarse o dar la razón, aunque sienta o piense diferente. Evita discusiones. Contesta con muletillas del tipo: vale, bueno…, como quieras. El tono de voz es más bajo, poco firme.
 Esta posición llevada al extremo puede desembocar en una total sumisión al otro, o en estallidos ocasionales de rabia, derivados de la frustración mantenida y contenida en el tiempo, cuya causa real, es la de no haber dicho o actuado como uno pensaba, cediendo su posición al otro, yendo en contra de uno mismo. Se puede manifestar, culpabilizando a los demás del propio sufrimiento, pero el enfado es normalmente con uno mismo por sometimiento.
La emoción que suele determinar el entrar en esta posición es el ``miedo a…´´


“Expresarnos desde la Asertividad”
del conflicto, es la de no haber dicho o actuado como uno pensaba, cediendo su posición al otro, yendo en contra de uno mismo. Se puede manifestar, culpabilizando a los demás del propio sufrimiento, pero el enfado es normalmente con uno mismo por sometimiento.
La emoción que suele determinar el entrar en esta posición es el ``miedo a…´´

Agresiva el tono de voz se eleva, se expresa con autoritarismo, “como dando órdenes”, intentando imponer lo que queremos o pensamos. La propia opinión se siente como la única y verdadera. A la hora de expresarse utiliza mucho los verbos deber y tener (debes de comportarte correctamente cuando.., tienes que saber que eso no me gusta…)No hay respeto por el otro. Llevada a un extremo puede producir sometimiento del otro, o por el contrario rebeldía del mismo, de forma conflictiva por determinar quién acaba ganando. Dependerá de la forma de comunicación del otro.

Asertiva: es la expresión de lo que sentimos y pensamos, con honestidad, humildad y de forma directa. Se respeta la posición del otro (entiendo que tú…) y la de uno mismo (pero lo que yo pienso/siento/me gustaría es que…)
      Aquí tocamos otros dos "Puntos Claves" importantes directamente relacionados con la asertividad:
Expresar las cualidades positivas del otro”.
Hay una tendencia a la expresión únicamente de lo negativo como forma de cambio. Esto se ve culturalmente establecido en la educación de los hijos. Tendemos a expresar lo negativo para corregir lo que no nos gusta del otro, y podemos olvidar expresar lo bueno, porque lo bueno lo damos por hecho.
Fijarnos en los sentimientos buenos, en lo que nos gusta del otro y expresarlo.
Qué es lo que más admiro?/Qué aprendo de esta persona?/En qué me complementa?/Qué es lo que me da?/Qué es lo que yo puedo darle?
En los problemas de pareja es muy común encontrar el intento de corregir la conducta del otro, para que se ajuste a las necesidades emocionales del individuo, y eso nos da paso al siguiente "Punto Clave"relacionado:

“La Expresión de lo que uno quiere, o necesita” (expresión de las necesidades individuales de cada uno con respecto a la pareja), sin exigir”, sin pretender que el otro miembro de la pareja cambie. Este es uno de los detonadores mayores de conflicto dentro de una pareja. En el vínculo amoroso existe una tendencia a exigir: “si me quiere, entonces tendría que hacer…/ si me quiere entonces debería darme exactamente lo que necesito”. Esta exigencia suele darse a través de la comunicación agresiva y por tanto es un generador de conflicto importante. Expresamos lo que nos gustaría (nuestra necesidad) y pueden suceder dos cosas: que el otro coincida en su capacidad y predisposición, y en ese momento pueda darlo, o que por sus propias circunstancias emocionales, situacionales, personales,  no pueda atender la necesidad planteada, sin significar esto que no quiera a la persona.

La asertividad facilita la expresión y comprensión de ambas posturas, pudiendo así llegar al entendimiento mutuo, al respeto y a los acuerdos que entre ambos deban establecer para cada situación.

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