"Conflictos de Pareja". Primera aproximación.
El sentido del conflicto y los
filtros mentales
En los últimos años de profesión,
la mayoría de las consultas que he recibido en terapia, han sido
fundamentalmente, personas que presentaban dificultades con la pareja. Es por
ello que veo importante, comenzar escribiendo este blog, con una primera
aproximación a ese encuentro con ``el
otro´´, donde podremos ir poco a poco comprendiendo conceptos clave, que
puedan aportar armonía a nuestras relaciones.
A través del trabajo durante
las sesiones de pareja, se han ido recopilando una serie de ``puntos clave´´ que iremos describiendo
en sucesivos artículos, para poder así, invitar a la reflexión y aprendizaje de
cada uno de ellos.
Empezaremos hablando del término ``conflicto´´
en la pareja:
El conflicto en el ser
humano es algo natural y evolutivo.
Esto es muy importante tenerlo en cuenta. En muchas ocasiones vienen dados por
la falta de compresión, empatía y entendimiento entre dos personas.
Cada uno de
nosotros, percibimos el mundo y las relaciones de distinta manera. Las formas
de percepción e interpretación de lo que nos rodea, está determinado por lo que
podríamos denominar ``filtros´´ mentales. Éstos van a
jugar un papel muy importante a la hora de relacionarnos y gestionar las
dificultades o retos que el conflicto puede conllevar.
Los ``filtros´´ (modos de percepción e interpretación del
mundo y las relaciones), se han ido construyendo a lo largo de toda una
vida, a través de las experiencias
personales de cada uno. A través de lo que esas experiencias han ido dejando en
nosotros a nivel emocional (simbólicamente podríamos representarlo por ``posos´´).
Es importante ser consciente de cómo son éstas estructuras mentales en nosotros mismos.
Hay filtros más o menos flexibles, pueden estar más o menos ``limpios,´´ hay filtros que pueden hacernos ver el mundo
como un sitio seguro, otros nos hacen pensar que no somos
suficientemente valiosos, algunos pueden hacernos ver que siempre hay que
desconfiar de las intenciones de la gente, o por el contrario hacernos ver
a la gente como principalmente buena y confiable, etc. Normalmente son de naturaleza inconsciente.
A modo de ejemplo, imaginemos a una
mujer, llamémosla M., cuya primera
relación fue marcada por la infidelidad. A su vez, M., creció en un ambiente familiar turbio debido a la mala relación
entre sus padres. ¿Cuál será pues el filtro de esta mujer? ¿Cómo habrá quedado
estructurada a nivel mental y emocional su visión a cerca de la posibilidad del
buen vínculo amoroso con la pareja? (Todo ello
dependerá de los recursos emocionales que M.
dispusiera en aquel momento de su vida para poder manejar la situación y diluir el impacto que
se deriva de ella.)
Posible e inconscientemente,
M. en la actualidad, a través de su
filtro, perciba que la otra persona puede abandonarla; es posible, que esté muy
alerta y vigilante hacia conductas de infidelidad, e irá proyectando de alguna
manera todos sus temores en la relación actual. (Así
juega el inconsciente. Proyecta emociones pasadas en situaciones similares
presentes, pues para él, el tiempo no existe).
Cuando surge un conflicto o una crisis, surge la oportunidad de aprender, de
superarse, de mejorar. La primera vez que M. discute con su pareja quizás porque él suele tener amistades
femeninas, sin más pretensiones, surge la posibilidad de crecimiento. Surge la
posibilidad de que M., pueda limpiar
ese filtro a través de la toma de conciencia y comprensión, y liberarse de los
posos o restos, que le impiden vivir un vínculo de amor, desde la confianza,
respeto, compañerismo y libertad.
Este es un pequeño ejemplo de
todo un espectro de situaciones que pueden surgir, tanto en los hombres como en
las mujeres. Como antes señalábamos, lo importante no es que los conflictos no aparezcan. Son naturales y dan la oportunidad de evolucionar, como personas
individuales y como pareja. Lo verdaderamente importante, es cómo gestionamos
el conflicto una vez ha surgido. Que la pareja encuentre las vías correctas de comunicación,
compresión y empatía, para poder entender qué sucede realmente en el
otro. Conocer, entender, sentir cómo es, y poder respetar el filtro de ``el
otro´´, así como conocer, comprender, y poder limpiar el nuestro propio, es
clave para poder generar los acuerdos necesarios entre los miembros de una pareja, que permitirá la evolución y superación de la crisis.
Buenos días Cristina,
ResponderEliminarQuerría preguntar si es posible que entre en juego la proyección del subconsciente para que todos nuestros miedos se hagan visibles a pesar de intentar cambiar nuestras experiencias pasadas? Y que inconscientemente sigamos buscando esas situaciones que nos provocan repetir patrones aunque queramos huir de ellos?
Las experiencias pasadas no se pueden cambiar. El pasado, pasado queda, ya no existe. Si bien es cierto, las emociones que quedan ancladas a través de las experiencias en la vida, no conciben la dimensión espacio-tiempo. Por ejemplo, si a un niño pequeño le muerde un perro, el miedo que queda tras esa experiencia, se ancla,y si no pone remedio, esa energía emocional, le acompañará hasta la vida adulta. En psicoterapia, esto se puede cambiar. Es lo que se llama rematrización.
ResponderEliminarCuando tenemos conocimiento a cerca de nuestra forma de pensar y sentir, conocimiento a cerca de nuestros patrones repetitivos, y se siguen repitiendo, quiere decir, que en nuestro inconsciente hay un conflicto no resuelto, que sigue buscando una solución en el presente. Por eso lo atraemos una y otra vez. Habría que buscar las causas y analizar bien para poder rematrizar lo que fuera necesario.
Espero haberte aclarado tu consulta.